
Vitrina 1
Traje de las hermandades "Conocido como traje de los Apóstoles"
Fue diseñado en los años 50 del siglo XX por Joaquín Castilla, siendo un encargo efectuado por la propia Hermandad Matriz de Ntra. Sra. del Rocío de Almonte, pero la Virgen no lo estrena hasta el 1956. Las labores de bordado se llevaron a cabo en el convento de Santa Isabel de Sevilla, de religiosas Filipenses. Elaborado en tisú de plata, bordado con hilo de oro fino, hilo de seda de colores, plata, perlas naturales, marfil y sedas de colores
Popularmente se conoce como traje de los Apóstoles desde el momento que lo estrenó la Virgen del Rocío ya que todo aquel que no sabía como se llamaba realmente el traje se fijaron en las figuras bíblicas de ambos lados del manto llegando a pensar que eran los Apóstoles, sin embargo, son personajes masculinos del Antiguo Testamento.
Estos personajes llevan las manos y las caras talladas en marfil, obras del escultor Miguel González Pérez, mientras que el resto del cuerpo está bordado en hilo de seda de diferentes colores.
En la cenefa inferior del manto aparecen bordados los escudos de todos los pueblos y ciudades que hasta entonces tenían hermandad filial Rocío y en el centro el escudo de la Hermandad Matriz, que va escoltado por ángeles.
En la parte superior de cada uno de estos últimos espacios podemos apreciar un escudo en cada uno de ellos. Se trata de los escudos pertenecientes a los últimos lugares donde se habían creado hermandades filiales.
Justo en el centro del manto aparece una gran paloma de plata, símbolo del Paráclito (Espíritu Santo), cincelada en Plata por Seco Velasco.

Por último, ya en la parte superior, coincidiendo con el límite inferior de la toca, hay una cenefa en la que aparecen siete cabezas de querubines. Son siete, para reflejar los siete dones del espíritu santo: entendimiento, sabiduría, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
Este traje además goza con la declaración de Bien de Interés Cultural dentro del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
Rostrillo de Muñoz y Pabón
El rostrillo tiene su origen en las antiguas gorgueras y tocas de papos que se utilizaban antaño.
Con el paso del tiempo, el rostrillo pasó de ser una pieza de finos encajes a una pieza de tela enriquecida con bordados para terminar siendo de metal labrado.
El Rostrillo de Muñoz y Pabón se hizo para la coronación canónica de la Virgen del Rocío, llevada a cabo, el 8 de junio de 1919 y está elaborado con la plata que se había recogido con motivo de la coronación así como todas las joyas que contiene son fruto de las donaciones de los devotos.

